Ernesto Fonseca nació el 3 de setiembre de 1981 en la provincia de San José, Costa Rica. Ernesto comenzó en el deporte del motocross a sus 5 años de edad. “Lobito”, como se le conoce popularmente, se inició compitiendo en la categoría 50 cc.
A sus 12 años, Ernesto tuvo la gran oportunidad de ir a foguearse a Florida al evento llamado “ Winter Olympics ” en donde tuvo gran éxito e inicia la idea de participar en varios eventos amateur en los Estados Unidos. Su talento lo llevó a conseguir varios campeonatos amateurs y latinoamericanos en las categorías 85 cc y 125 cc. En 1998 Ernesto y su familia toman la dura decisión de que él se dedicaría al Supercross y Motocross profesionalmente. En 1999 Fonseca debuta como profesional con gran éxito ganando las primeras 5 de 7 competencias, además del campeonato de la Costa Este de EE. UU. Luego, en ese mismo año, Ernesto Fonseca fue nombrado “Novato del Año” por la A.M.A. (American Motorcyclist Association). El año 2000 fue totalmente distinto para “The Fonz”, con muchas luchas y lesiones. El año siguiente sería difícil para “Lobito“ con el nuevo avance de las motocicletas “cuatro tiempos”, pero Fonseca terminó con excelentes resultados ya que ganó 5 de 7 competencias y el campeonato de la Costa Oeste en la categoría 125 cc; además de celebrar su segundo campeonato de Supercross en 125 cc. Este fue un gran año, obteniendo su mejor resultado en Motocross en la categoría 125 cc con un tercer lugar en el ámbito nacional. En el año 2002, su sueño de niño se hizo realidad: Ernesto pasó a ser parte del prestigioso equipo HONDA. “Lobito” obtuvo sus mejores posiciones con dicho equipo en la categoría mayor del SX mundial: en el 2003 con un tercer lugar en 250 cc y en el 2005 otro tercer lugar también en la categoría 250 cc pero en esta ocasión en Motocross.
La carrera profesional de Ernesto Fonseca se terminó el 7 de marzo del 2006 a causa de un trágico accidente que lo dejó sin sensibilidad y movilidad del pecho hacia abajo, con tan solo 25 años el deporte sufrió la pérdida de una de sus más grandes estrellas. Conocido por su carisma encantador y la apreciación genuina por su trabajo, miles demuestran apoyo hacia él con cartas, postales y fotografías que le envían de todos los rincones del mundo. Ahora, 6 años después de su accidente, Ernesto sigue el deporte que le dio muchas lecciones, grandes oportunidades y un buen estilo de vida.