Desde pequeño mostró interés por la ciencia, gracias a que sus padres y hermanos le regalaron un juego de química y un microscopio. Como no podía ser de otra manera para un buen alajuelense, ganó su primer apodo en el “cole”, cuando el profesor de Química en el Marista le bautizó “mole”.
Estudió Química en la Universidad de Costa Rica. Luego obtuvo su Maestría y Doctorado en Química en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha trabajado como profesor e investigador postdoctoral en esa universidad, además de la Universidad Politécnica de Cataluña, la Universidad de Barcelona y la Universidad de Tecnología de Dresden en Alemania. Su intereses incluyen el diseño de nanomateriales, sensores, micromotores. (y los minions). Como curiosidad, en Europa casi el cien por cien de la piña que se consume tiene origen tico; por lo que su apodo actual, Dr. Piña, ha sido traducido al catalán (Dr. Pinya) y al alemán (Dr. Ananas).
Optimista (casi quijotesco) aún cree que los manudos celebrarán pronto el 30… y de la magia de Sant Jordi, con rosas, libros y dragones.