Claudia Fait

Claudia Fait

Estudiante

Soy Claudia Fait, tengo 12 años y vivo en Alajuela, Costa Rica. Estudio sexto grado en Lincoln School y me encanta aprender cosas nuevas. Mis materias favoritas son historia y arte, porque me gusta conocer cómo era el mundo antes y también encontrar formas de expresarme con colores e ideas.

El año pasado fui presidenta de mi clase, y aunque al principio me dio un poco de nervios, fue una experiencia súper bonita. Me gustó poder ayudar, escuchar a mis compañeros y proponer cosas para que todos estuviéramos mejor.

Siempre he sido extrovertida. Mis papás dicen que hablaba sin parar. Todavía soy así: me encanta expresarme y mostrar quién soy. Por eso desde pequeña empecé a hacer videos para redes sociales. En ellos me muestro tal como soy: creativa, espontánea, divertida, y sí… a veces un poco loca (pero en el buen sentido).

Desde muy pequeña he admirado a mujeres valientes como Malala Yousafzai, quien lucha por la educación de las niñas, y Jessica Watson, que navegó sola por el mundo a los 16 años. Ellas me inspiran a no tener miedo de soñar en grande y a creer que, aunque seamos jóvenes, también podemos lograr cosas importantes.

Además de estudiar, me encanta crear, moverme y probar cosas nuevas. Me gusta hacer arte, jugar tenis, surfear cuando voy a la playa, viajar y descubrir lugares. Pero una de mis pasiones más grandes es la repostería. Junto con una amiga empezamos un pequeño emprendimiento, y me emociona poder compartir lo que hago con otras personas. También he aprendido a ser más organizada y a trabajar en equipo.

Uno de los temas que más me importa y del cual quiero hablar en TEDx es la equidad de género. A veces las niñas no tenemos las mismas oportunidades que los niños, solo por ser niñas, y eso no está bien. La equidad de género no se trata de que todos seamos iguales, sino de que todos tengamos las mismas oportunidades para crecer, aprender y ser escuchados.

Me he dado cuenta de que desde pequeñas empezamos a oír frases como “eso no es para niñas” o “los niños no lloran”, y esas ideas nos van metiendo límites que no deberían existir. Yo creo que es importante hacernos preguntas: ¿por qué hay menos mujeres en algunos deportes o trabajos? ¿Por qué a veces nos piden a las niñas que seamos calladas o delicadas?

Cuestionar esas cosas con respeto nos ayuda a cambiar.

Yo sé que soy joven, pero también sé que mi voz vale. Y si algo no me parece justo, quiero poder decirlo. Porque aunque sea pequeña, puedo empezar a hacer una diferencia. Eso me emociona mucho.